Las Habilidades Directivas pueden definirse como el conjunto de capacidades personales que el directivo pone en juego cada día para orientar su trabajo profesional, influir en la organización y alcanzar sus objetivos en su entorno de trabajo. Fundamentalmente, aunque no exclusivamente, están relacionadas con su capacidad para dirigir personas. Esta materia integra, de alguna forma, todo el contenido fundamental de lo que supone un MBA, con el que nos preparamos para poder aceptar mayores retos en las organizaciones a las que nos disponemos a servir. Su desarrollo incide directamente sobre la madurez personal, y es el resultado de pensar y obrar de una determinada manera, de acuerdo con el temperamento, el carácter y la personalidad. Esta materia tiene como objetivo ayudar al alumno a poner las bases para comenzar a desarrollar dichas habilidades y, en su caso, para ser capaz de corregir conscientemente aquellos comportamientos que le pueden resultar perjudiciales en el futuro. En definitiva, trata de ayudarle a desarrollar un estilo propio de comportamiento que le ayude a tomar y ejecutar decisiones que le faciliten la labor de dirigir personas en el entorno organizativo. El Curso distingue tres etapas muy claras en la madurez hacia una dirección eficaz de personas, como son la etapa de la jefatura (basada en la autoridad), la del liderazgo (basada en la motivación) y la de facilitador (basada en la comunicación). Conceptualmente, el desarrollo de los contenidos se dirigen a incrementar la capacidad de interaccionar con colaboradores, con superiores y con los propios compañeros.
Las Habilidades Directivas pueden definirse como el conjunto de capacidades personales que el directivo pone en juego cada día para orientar su trabajo profesional, influir en la organización y alcanzar sus objetivos en su entorno de trabajo. Fundamentalmente, aunque no exclusivamente, están relacionadas con su capacidad para dirigir personas. Esta materia integra, de alguna forma, todo el contenido fundamental de lo que supone un MBA, con el que nos preparamos para poder aceptar mayores retos en las organizaciones a las que nos disponemos a servir.
Su desarrollo incide directamente sobre la madurez personal, y es el resultado de pensar y obrar de una determinada manera, de acuerdo con el temperamento, el carácter y la personalidad.
Esta materia tiene como objetivo ayudar al alumno a poner las bases para comenzar a desarrollar dichas habilidades y, en su caso, para ser capaz de corregir conscientemente aquellos comportamientos que le pueden resultar perjudiciales en el futuro. En definitiva, trata de ayudarle a desarrollar un estilo propio de comportamiento que le ayude a tomar y ejecutar decisiones que le faciliten la labor de dirigir personas en el entorno organizativo.
El Curso distingue tres etapas muy claras en la madurez hacia una dirección eficaz de personas, como son la etapa de la jefatura (basada en la autoridad), la del liderazgo (basada en la motivación) y la de facilitador (basada en la comunicación). Conceptualmente, el desarrollo de los contenidos se dirigen a incrementar la capacidad de interaccionar con colaboradores, con superiores y con los propios compañeros.
Tras la realización del curso el participante será capaz de:
ENAE desarrolla una metodología activa y participativa basada en el "Método del Caso", que alterna las exposiciones de conceptos, técnicas y métodos de análisis, con el desarrollo de casos prácticos que reflejan situaciones empresariales reales.
Con el fomento del trabajo en equipo se pretende conseguir la integración de todos los miembros y resolver de una forma más eficaz los casos planteados, mediante el intercambio de distintos puntos de vista, opiniones y experiencias. Se aprenderá de los formadores pero también de las experiencias profesionales de los compañeros.